Tu cara en mi mente, no lo puedo
evitar. Tus ojos como estrellas mezcladas con
el mar. Tu sonrisa, bendita sonrisa que me hace suspirar.
Tu cabello como hilo celestial. Tus manos tersas como
el delicado caer del otoño. Tu aliento que me deja
sin respiración. Tus besos que podrían calmar
este insomnio, y tu cuerpo, dulce
y celestial del cual
soy devoto.
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