Amarillo
huevo, resplandor insolente, que lastima las tiernas pupilas del envejecer acurrucante en tus brazos, tiernas son las brisas que arastran el argor de las hojas al caer, profundo
color despampanante, entiernecido con
el ego de ser el
mas sorprendido.
Hay errores de dedo que hay que corregir, el trabajo es bueno.
ResponderEliminarZamir.