Si fuera el alma una simple representación de amor, serías vida mía, el más sencillo fulgor.
Porque corres, y vuelas cual viento abrazador, brincas, caes y juegas por que no tienes cómo hacerte de otro calor.
Dar y vivir dando, como si su tacto elevara al cielo el más temible santo.
Si los besos fueran curas de espanto
y las estrellas fuente de encanto,
Yo no dudaría en romper en llanto
después de todo, dimos tanto.
Las notas de nuestro canto,
duelen eternas y nos cubren cual manto.
Muy buen trabajo.
ResponderEliminarZamir.